Este poema me ha pedido
que sacrifique un verso.
“Es por mi bien” –me ha dicho.
Lo he dejado flotando en el papel,
mirando mi mano que no regresa,
sabiendo que no existirá dos veces.

Este poema me ha pedido
que sacrifique un verso.
“Es por mi bien” –me ha dicho.
Lo he dejado flotando en el papel,
mirando mi mano que no regresa,
sabiendo que no existirá dos veces.