Escribo sin remitente.
Mi tinta se corre en soles de ausencia
da bandazos mi destinatario sin brújula.
Escucho a los poetas muertos:
sus lamentos se parecen a tu voz
cuando dices mi nombre.
¿Me piensas desnuda?
¿Me piensas rota?
Desnúdame.
Rómpeme.
Firma.
