Hacer un alto
es sumamente arriesgado.
Si haces un alto, recopilas.
Si recopilas, ahogas gritos
que querrían escapar de ti
llevados por una mezcla de
vergüenza, confusión y miedo.
Caos, creo que lo llaman.
Y si ahogas gritos…
Mejor no te cuento
qué es lo que ocurre entonces.
